18 de agosto 2020: Fragas do Eume

 

Debido a la cojera de Gemma, decidimos preguntarle a la dueña del camping cuál sería la mejor forma de ver un poco de las Fragas en estas circunstancias... Ella nos recomienda coger un autobús que nos llevará hasta el Monasterio de Caavairo, que se encuentra en el corazón de las Fragas, así que nos vamos al centro de interpretación y allí cogemos el bus. Hay que estar espabilado porque se llena según se forma la cola y pasa cada hora, eso sí, es gratuíto, como casi todas las atracciones turísticas en Galicia!! Gracias amada tierra!

El día vuelve a estar lluvioso y gris, eso hace nuestra visita al monasterio muy atractiva, ya que nos conduce con facilidad a los tiempos en el que este Monasterio estaba habitado por los monjes que buscaron en medio de este bosque su refugio de oración.  



 
El monasterio tuvo una gran relevancia religiosa durante muchos siglos, pero fue abandonado en el siglo XVII y Don Pío, ciudadano de Pondeumene y casado con una rica heredera, a finales del siglo XVIII decidió restaurarlo de manera altruista, conservándolo así hasta nuestros días. 



 Es un lugar histórico en un entorno único que bien merece una visita. Mucha gente sube andando los 8km que separan el centro de interpretación del Monasterio y otros tanto suben en bus y bajan andando. Nosotras, debido a nuestras especiales circunstancias, lo hacemos todo en bus, pero un breve paseo es suficiente para descubrir la belleza de este bosque atlántico.


 

De allí paramos a comer en un fantástico merendero pegado al río Eume y cogemos ruta hacia A Coruña, pasando antes a visitar Betanzos. 

 



Betanzos es un pueblo histórico, con una importante arquitectura de estilo gótico, tiene una zona monumental con tres iglesias de gran belleza. El pueblo merece un paseo para ver sus callejuelas y sus antiguas casas. En el puerto descansamos un poco mientras Gemma pone a remojo su maltrecho pié. 


 

Betanzos es también famoso por su tordilla de patatas, algo que leemos una vez nos hemos ido, así que no podemos dar fe de tan relevante hecho!!

En A Coruña, como tendemos a huir de las ciudades y más en los tiempos de Covid que corren, vamos directamente a ver el Faro de Hércules, construido un siglo antes de Cristo y que impresiona por su envergadura. Es el faro más antiguo del mundo en funcionamiento. Para subir sus 55 metros por más de 200 escaleras hay que reservar por adelantado, ya que es un punto muy concurrido. Nosotras nos conformaremos con admirarlo por fuera y disfrutar de su entorno. 


 Nos vamos a dormir en las inmediaciones de Malpica, comienzo de la Costa Da Morte. Allí buscamos uno de esos sitios que nos gustan a nosotras en playas recónditas, Playa Ceiruga. Es un aparcamiento amplio que augura elevada asistencia de día, pero que ahora solo alberga a 4 furgonetas como la nuestra. Hace mucho viento y después de elevar el techo, decidimos cerrarlo de nuevo y dormir en el interior, al abrigo del viento que ruge con fuerza en el exterior.

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