17 de agosto 2020: de Cabo Ortegal a Fragas do Eume

 

Amanece lloviznado pero el agua nos da tregua para un agradable desayuno con vistas al mar. Nos pega un buen susto un coche de policía que resultan ser los guardas de medio ambiente que vienen a limpiar la playa... Está prohibido acampar en estas playas, aunque suelen hacer la vista gorda. Entiendo que no les guste este tipo de turismo porque dejamos menos dinero que el resto, pero al fin y a cabo consumimos e intentamos ser respetuosos con el medio ambiente. Nosotras no lo hacemos por ahorrar dinero, pero no hay otro tipo de alojamiento que ofrezca unas vistas y unos entornos naturales como nos ofrece la acampada libre... es maravilloso!

Tomamos unas panorámicas del precioso pueblo de Cariño, construído a lo largo de la franja costera que invade el mar y con casas de vivos colores.



Decidimos volver a visitar el cabo Ortegal, que tanto nos gustó ayer y de allí cogemos carreteritas de esas típicas gallegas, estrechiñas y rodeadas de bosques de eucaliptos que te van llevando de aldea en aldea... Por estas carreterucas vamos accediendo a miradores y playas de ensueño. Hace mal día, con viento y lluvia, y subiendo al acantilado más alto de Europa, Vixia de Herbeida, nos envuelve una densa niebla que no nos permite ver nada. 



 Un poco más adelante levanta la niebla y aun podemos disfrutar de unos cuantos miradores.

 

                            Al fondo se ve la niebla sobre Vixia de Herbeida



 El lugar es precioso y vacas y caballos campan a sus anchas, aquí no les falta alimento, como bien demuestran sus lomos! 

                                                          




Cerdeira es un sitio perfecto para comer percebes, así que vamos a la caza y captura de un buen restaurante para probarlos. Por fin acabamos en San Andrés de Teixido, un pueblo precioso a los pies de un increíble acantilado y que tiene una bonita ermita románica que le ha dado la fama que tiene. 

 


Allí, en un restaurante recomendado por tripadvisor, comemos los afamados percebes y, sinceramente, nos chupamos los dedos, al menos yo!!! Gemma por lo menos se aventura a probarlos y no le parecen del todo desagradables... brrrr... todo acompañado por un maravilloso Ribeiro, nos hace sentir que ha merecido la pena la espera y la búsqueda del lugar adecuado. 

 



San Andrés es muy turístico, pero mantiene su encanto y disfrutamos el paseo por el pueblo. 





 
                                                           Horreo Gallego

De San Andrés bajamos al Ferrol y nos damos una vuelta por la ciudad con el coche, pero no nos gusta mucho. Tiene un ambiente decadente de crecimiento industrial venido a menos, así que perdemos poco tiempo y nos vamos en búsqueda de las Fragas do Eume, un entorno mucho más apropiado para nuestras aspiraciones paisajisticas... 

Las Fragas es un bosque autóctono, que conserva la vegetación propia de la zona, llena de abedules, castaños, fresnos, chopos... Ellos presumen de ser el bosque atlántico mejor conservado de Europa. Son 9000 hectáreas que rodean al río Eume y que albergan en su corazón el Monasterio de Caaveiro, con más de 10 siglos de historia.

Como ya es tarde cuando llegamos, buscamos un camping para dormir. Hoy toca cargar agua, vaciar aguas grises y negras y pegarnos una buen ducha. Nos alojamos en el único camping que hay en la zona y que no cumple con los requisitos buscados, ni tiene para cargar agua ni para echar las sucias, además las duchas son viejas y se acaba el agua caliente enseguida... genial! Eso si, no es muy caro, menos mal!!

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